martes, 16 de junio de 2009

New York

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Solo caminábamos.

Una calle estrecha, en la que el viento conseguía meter su aliento solo por los rincones más inesperados. Era de noche, a lo lejos, las luces de Times Square iluminaban la calzada. Se olía la comida recién hecha de los restaurantes y los puestos más cercanos. Se oía el murmullo de todas y cada una de las personas que caminaban cerca de nosotros y de fondo una melodía, “Fannin´ Street” de Scarlett Johansson, sonaba como un eco dentro de mi cabeza.

Acariciaba su pelo, era suave y largo.

Alguien tocaba el saxo cerca de la salida del metro, la gente pasaba a su lado sin tan siquiera prestar atención a las notas. La vendedora de ticket del metro hacía su trabajo de forma mecánica, como si fuera una de las máquinas que se situaban a tan solo un par de metros de ella. Sentados dentro del metro, mi vista no alcanzaba a ver las pintadas de las paredes por las que avanzábamos, pasaba a la vez tan rápido y ligero como un guepardo tras su presa.

Ella me miraba con sus claros ojos azules.

Subiendo las escaleras, miré el cartel, “Chambers Street”. Ante mí, solo muros de hierro y acero, a lo lejos una explanada de escombros convertidos en leyenda y vidas perdidas.
Llegando al paseo, frente a nosotros, New Jersey, mostrándose en su esplendor lleno de luces y brillos reflejados sobre el río Hudson.

Le cogí la mano, era cálida y frágil.

A lo largo, todo parecía perfecto, cada centímetro de aquello merecía la pena. A un lado se recogían los árboles en grupos, como intentando no pasar frío. Los altos edificios nos protegían de las amenazantes nubes en el cielo, como luchando en las alturas por conseguir el control. Las pequeñas barcas atracaban en los mini puertos del paseo, haciendo que el sonido de sus motores alterara el silencio de la noche.

La abrigué con mi brazo alrededor de su cuerpo.

Allí estaba, sola. Iluminando con su antorcha el cielo, signo e icono de libertad. Invitando a todo aquel que quiera pasar a ver la ciudad. Ambos nos mirábamos con dulzura, disfrutábamos del momento.

Nos besamos, y recuerdo que aquel beso me atravesó el corazón.



- Texto e ilustración creados el día 16 de Noviembre de 2008, como colaboración para el blog "La Terapia del Whisky". -

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